CIRCUITOS DIPUTACIÓN
Más entrevistas: Araceli Cuerda Alejandro Moya Mabel Lozano Óscar Fernández Ruiz Cristina Domínguez Segovia Marina Sánchez Calleja Olga Burguillo Hernández Pasión Vega Elena Garrido Leonor Gago

"El día en que corone el Castillo, desde luego que abro una botella de champán”

Juan Carlos Evangelio es el autor de una gran maqueta que recrea el Casco Antiguo de Cuenca que puede verse estos días en El Crisol a modo de original belén
Fotos: Saúl García
27/12/2018 - Gorka Díez

Recrear el Casco Antiguo de Cuenca en su totalidad a través de una maqueta de cartón en tres dimensiones. Es el objetivo que se ha marcado Juan Carlos Evangelio (Cuenca, 1958), y hacia el que va muy bien encaminado: ya ha realizado toda la calle de Los Tintes, Palafox, El Carmen, el barrio del Retiro, el jardín de El Salvador y la hoz del Júcar. Y el resultado, al que ha añadido algunas figuras típicas de los belenes para darle un ambiente navideño, se puede contemplar durante todas las fiestas en el Centro de Atención a Personas con Discapacidad Intelectual El Crisol, en la calle Joaquín Turina de la capital. Promete no dejar indiferente a nadie por la fidelidad con que están reproducidas las callejuelas y colores de las casas del Casco Antiguo, sus farolas y balcones, sus parques de arena y sus tejados.

Todo lo consigue con materiales tan simples como cartón, alambre, madera, serrín, musgo, escayola, cola blanca y pinturas. Y mucha paciencia: lleva ya cuatro años y medio con la obra y prevé que no esté terminada hasta dentro de seis o siete. Y eso trabajando cada día. “Voy haciéndolo por las tardes, cuatro o cinco horas al día. Me sirve de relax, sobre todo los inviernos, que son fríos”. La parte más complicada, confiesa, es ir uniendo las nuevas piezas al conjunto, porque no siempre encajan a la primera. De ahí que por ejemplo ya tenga hecho El Salvador pero aún no tenga claro cómo juntarlo.

Guardia civil de profesión, reconoce que se adentró en el mundo de las maquetas por causalidad, aunque con un empeño claro: reflejar la belleza de Cuenca. “Tenemos rincones impresionantes, como la calle de La Moneda, que es la que más me gusta. Pero fotografiarla es casi imposible y se me ocurrió hacer una maqueta en tres dimensiones de la calle. De ahí seguí a Los Tintes, El Carmen… Se trata de seguir y seguir. Entiendo que esto no es algo habitual que haga mucha gente, pero a cada uno le da por una tontuna, y a mí me ha dado por esta”.

La maqueta alcanza ya los 25 metros cuadrados pero, cuando llegue hasta la Plaza Mayor y el barrio del Castillo, probablemente ronde los 50 metros cuadrados”. Un tamaño tan grande que impedirá que se siga exhibiendo en este centro, salvo en el garaje, donde se instala fuera del periodo navideño.

El deseo de Juan Carlos es así que pueda mostrarse en algún espacio de gran afluencia de público, al ser posible en la oficina de turismo del que fuera Centro de Recepción de Visitantes, a la entrada de Cuenca por la carretera de Madrid. “Así la gente podría ver Cuenca antes de pasear por ella”.

Pero lo que tiene claro es que, se exponga donde se exponga, él no parará hasta terminar la obra. “El que más ganas tiene de ello soy yo, aunque también mi mujer, que está harta. El día en que corone el Castillo, desde luego que abro una botella de champán”.