"Los conquenses de ahora saben lo que quieren y la influencia de Facebook o Instagram se nota”
Adolfo Meder estudió peluquería en Valencia y, después de probar un año allí, volvió a Cuenca en 1995. Desde su local, en la calle Colón, por sus manos ha pasado el pelo de gran parte de los conquenses.
En estos años ha observado cierta evolución en los gustos, desde hace casi tres décadas, cuando las personas que atendía eran “gente muy clásica, no pedían cosas así muy extrañas”.
No obstante, su clientela “se está espabilando mucho, la gente ahora ya se va modernizando y ya sí que va pidiendo cosas más novedosas, sobre todo con el tema de Internet”.
“Por ejemplo, pide todo tipo de mechas gracias a las redes sociales”, sostiene, para subrayar que los conquenses de ahora “saben lo que quieren y la influencia de Facebook o Instagram se nota”.
Siempre hay “ gente que se deja aconsejar, pero también gente joven que viene con una foto en el teléfono y te dice lo que quiere”, agrega.
Adolfo y sus compañeras, Laura, Verónica y Cristina, hacen desde cortes a recogidos, mechas, color así como tratamientos de hidratación, solución personalizada o técnicas de ahuecado. En cuanto al sector novias, ofrecen pruebas de peinado y peinados y recogidos de novia, madrina y familiares.
Su servicio de estética abarca desde maquillaje a manicura, tratamiento iluminador facial, limpieza de cutis o pedicura, siempre con la “calidad, experiencia y un servicio totalmente personalizado” como marca de la casa.
Adolfo ya ha atendido a miles de clientes de edades muy dispares que van desde tan solo unos meses, a mayores de 90 años, “clientes de muchísimos años”.
Entre los últimos sueños que ha dado por cumplidos, Adolfo destaca el de reformar completamente el salón, que era lo que más le urgía, afirma, para, a continuación, marcarse como principal reto en los próximos años “que siga la afluencia de gente que la peluquería va teniendo y seguir en esta linea”.
Para trabajar con la energía que le caracteriza, entre sus aficiones destaca la espeleología, el buceo, que practica asiduamente, al igual que el running y el triatlón, remarcando entre sus últimas citas el Ironman de Lanzarote.
En este sentido, admite que sale a correr “muy a menudo”. “Al estar tanto tiempo de pie, correr me permite estar mucho más relajado y me influye en el estado de ánimo para estar en la peluquería bien y despejado”, espeta, al tiempo que admite que, aunque no es competitivo, sí le gustan “los retos personales y no estar acomodado, sino seguir ahí”.
