DIPUTACIÓN FERIA DEL LIBRO
Más entrevistas: Olivia del Saz Ortega Jairo Cárcaba José María Albareda Jorge Sánchez Albendea Andoni Sierra Ron Darío Dolz Julián Recuenco Araceli Cuerda Alejandro Moya Mabel Lozano

“El Centro tecnológico de Serbatic en Cuenca aún no ha tocado techo”

Esta filial del grupo VASS, asentada desde hace un año en Hurtado de Mendoza y que suma 54 trabajadores, ha sido reconocida por el Gobierno regional en la categoría de creación de empleo en los Premios al Mérito Empesarial
“El Centro tecnológico de Serbatic  en Cuenca aún no ha tocado techo”
21/12/2018 - Gorka Díez

Un año cumple en marcha el centro tecnológico en Cuenca de la empresa Serbatic, dedicada a prestar servicios de tecnologías de la información y comunicaciones a grandes compañías y filial del grupo VASS Consultoría de Sistemas, con presencia desde 1999 en países como Reino Unido, EEUU, Colombia, México o Brasil, más de 1.200 empleados en plantilla y una facturación anual de más de 92 millones de euros.

Y lo hace con el reconocimiento a la creación de empleo en los Premios al Mérito Empesarial que concede el Gobierno de Castilla-La Mancha, donde tamibén han sido reconocidas las empresas conquenses Sunwood (como empresa sostenible) y Fablab (iniciativa emprendedora).

Motivos hay para que el galardón esté fundado: Serbatic arrancó a finales de 2017 con 25 trabajadores y ya suman 54. Y la previsión es seguir creciendo. Hablamos con el director de Operaciones de Serbatic en los centros de Madrid y Cuenca, Alberto San Millán (Madrid, 1978).

Recibir un reconocimiento así en apenas un año de funcionamiento supongo que les hará ilusión…

La verdad es que para nosotros es un honor y una satisfacción. Arrancar un proyecto muy ambicioso requería un esfuerzo inicial muy grande tanto por nuestra parte como por parte de la gente que se incorporaba. Y ha sido un éxito pasar de las 25 personas con que arrancamos a las 54 con que vamos a terminar 2018.

En una ciudad como Cuenca, donde apenas se crea empleo, tiene además mucho más mérito…

Es algo que desde el primer momento hemos podido vivir de primera mano. Hay un problema de deslocalización de la gente y que los jóvenes puedan tener un lugar donde desarrollar su proyecto de vida en su ciudad es algo que aporta muchísimo y que lo vemos en el día a día: la gente lo valora mucho. También hay gente con experiencia que ha podido retornar a Cuenca gracias a este proyecto, gente que está muy interesada en que esto se mantenga y tenga la máxima duración posible.

Porque en la plantilla hay tanto gente que ha acabado hace poco los estudios como que llevaba años trabajando en ciudades como Madrid…

Sí. Básicamente nuestro modelo de crecimiento está basado en gente con experiencia que se formó originalmente aquí en Cuenca pero por las razones que más o menos todos conocemos terminó trabajando en ciudades como Madrid o Barcelona pero que siempre ha tenido en la cabeza retornar a Cuenca. En torno a esa gente lo que hacemos es colocar un equipo de recién licenciados, de grados o institutos de FP, de tal manera que puedan aprender de ellos.

“El Centro tecnológico de Serbatic  en Cuenca aún no ha tocado techo”

El perfil del puesto de trabajo está dirigido sobre todo a graduados en Telecomunicaciones y ciclo superior de FP…

Nuestra función es hacer desarrollo de aplicaciones informáticas y necesitamos un perfil con base tecnológica fuerte, y ahí en el grado de Telecomunicaciones reciben una formación muy buena y se ha demostrado que es lo que necesitamos. En los institutos de FP, lo que es la formación en el desarrollo de aplicaciones y de programación es la otra pata que necesitamos.

¿Hay mucha gente con estos estudios?

No demasiados, pero para nosotros es suficiente. Tenemos previsto un crecimiento de en torno a 15-20 personas a lo largo de 2019 y ya estamos esperando un poco a que salgan las siguientes promociones de Telecomunicaciones y de los institutos para poder irlos incorporando.

¿Cuál es la principal demanda de servicios que lleva a cabo la empresa?

Desarrollamos y mantenemos aplicaciones para grandes empresas. Trabajamos mucho con el sector de banca (Santander, BBVA, Bankinter), seguros (AXA, Mapfre), en industria tipo Carrefour o Leroy Merlin… Casi todos nuestros clientes son grandes empresas. Desarrollamos aplicaciones bien para móviles, tablets o de sobremesa, para lo que es el día a día.

Si se amplia la plantilla, entiendo que hay demanda en el sector de aplicaciones digitales…

Sí, llevamos ya unos años y la demanda se mantiene, con una gran demanda de profesionales tecnológicos, y en ciudades como Madrid o Barcelona el mercado está saturado: no hay gente disponible. De ahí que una de las soluciones que hemos buscado sea abrir centros tecnológicos en ciudades más pequeñas y darle la oportunidad a la gente de no tener que desplazarse a un gran núcleo urbano para desarrollar una tarea que, al final, en el 90 por ciento de los casos se puede hacer en remoto…

Es posible entonces realizar el mismo trabajo en Cuenca que en Madrid…

La realidad es que el trabajo de programación o de análisis no requiere estar en una ubicación concreta. La evolución que han tenido las aplicaciones te permite trabajar en remoto. Gracias a la telepresencia o compartir escritorios se puede además operar con otros centros: es casi como trabajar con el que estás al lado…

Y se gana en calidad de vida…

Claro. Aquí la mayoría de la gente se va a comer a su casa, lo tiene todo a mano, no hay atascos… Por eso queríamos además estar ubicados en el centro, ya que esto le da algo a la persona que en ciudades como Madrid es complicado tener.

La empresa valoró mucho para decidir su ubicación en Cuenca tanto la presencia de la Universidad como de las buenas comunicaciones con Madrid, gracias a la autovía y el AVE…

Estamos a poco más de una hora de Madrid y la conexión por carretera también es muy buena. Eso es importante porque poder transmitir al cliente que, en caso de urgencia o necesidad, en menos de dos horas una persona puede estar allí o ellos incluso pueden venir aquí, da mucha confianza: no es como llevarte un desarrollo a la India.

El problema es que llevamos ya ocho años con AVE y alguno más con la autovía pero eso no ha atraído empresas como se preveía en un principio, salvo casos como el de Serbatic… ¿Le falta algo más a Cuenca para dar ese paso y que se animen a instalarse más empresas?

Es complicado. Yo tampoco llevo tanto tiempo trabajando con la ciudad y no me atrevo a decir qué es lo que habría que hacer. Pero creo que es una cuestión de que se vayan animando. La tendencia ha sido de que las empresas se instalen en las ciudades más grandes, pero nosotros precisamente estamos apuntando a ciudades más pequeñas. Es simplemente una cuestión de que se lo planteen en serio y que vayan dando el paso.

Aquí las administraciones, especialmente el Gobierno del Castilla-La Mancha, les han dado muchas facildades para instalarse…

Desde el minuto uno. Todas las instituciones, también la Universidad y los centros de formación, nos han puesto las cosas muy fáciles y ha sido un placer.

Lógicamente, para funcionar, ayuda el hecho de ser filial de un grupo de la importancia de VASS, que tiene presencia internacional en países como Reino Unido, EEUU, México, Colombia o Brasil….

Sí, al final es una empresa muy grande que este año va a facturar más de 90 millones de euros, algo que transmite una tranquilidad y una seguridad no ya solo a las instituciones y a la ciudad sino a los propios profesionales, que en muchos casos han dejado un trabajo en Madrid para venirse aquí a un proyecto nuevo pero sólido y con un buen respaldo detrás.

¿Y la idea es abrir algún nuevo centro en España?

Actualmente, además de en Cuenca, tenemos centros en Madrid y Barcelona, y siempre hemos tenido la idea de tener una red de centros tecnológicos. Pero este todavía no ha tocado techo. Nuestro objetivo es llegar a las 80-90 personas en un máximo de dos o tres años.