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Repunta la construcción de nuevas viviendas pese a que la oferta supera la demanda

Algunas cooperativas planean construir pequeñas promociones de entre 25 y 50 pisos en los próximos años. Los inmuebles de segunda mano lideran las compraventas en Cuenca  desde 2013
08/09/2017 - Cristina Dolz

Han pasado casi 10 años sin que se inicien proyectos importantes de nuevas viviendas en Cuenca debido, sobre todo, a la crisis económica y a las poco alentadoras previsiones de evolución de la ciudad. Pero, a finales de 2016, ya comenzaron las obras para construir medio centenar de viviendas en una de las parcelas del Cerro de la Horca que quedaron sin edificar en su día y se prevé también la edificación de otras dos promociones más de pisos durante los próximos dos años. Concretamente, se trata de una promoción de 27 viviendas en Carretería, que restaurarán un edificio antiguo cerrado actualmente, y de una urbanización de 48 viviendas en Camino Cañete, al lado del parque Dos Ríos y del IES Pedro Mercedes.

Perfecto Álvarez, uno de los gestores del proyecto de cooperativas de viviendas de Dos Ríos, afirma que es buen momento para iniciar una inversión de este tipo en Cuenca porque “el mercado de segunda mano y las viviendas que en su momento quedaron sin ocupar ya han sido absorbidas por el mercado, y un proyecto de viviendas en el centro de la ciudad con todos los servicios tiene encaje en el mercado porque hay un crecimiento y una necesidad de vivienda”. Aunque, asegura, saben que no habrá un crecimiento poblacional excesivo en Cuenca en los próximos años y que “tenemos que ser prudentes porque los errores del anterior modelo, con grandes promociones en manos de promotores inmobiliarios y sin garantías de financiación, no debe volver a repetirse”.

MERCADO CONQUENSE

Estos tres proyectos llegan en un momento en el que la compraventa de viviendas nuevas en Cuenca sigue a la baja. El año que más transacciones de viviendas nuevas se registraron en la ciudad fue 2007, con un total de 1.416 y, aunque en los siguientes años descendieron, se mantuvieron por la venta de los últimos lotes de pisos del Cerro de la Horca y de otros residenciales similares. Pero, desde entonces, las compraventas han caído en picado hasta registrar 15 transacciones de este tipo en 2014, 13 en 2015 o 19 en 2016.

Sin embargo, en estos años el mercado inmobiliario conquense si ha dado salida a otro tipo de viviendas, las de segunda mano. Desde 2012 la compraventa de esta clase de viviendas ha crecido y en 2016 ha supuesto, según los datos del INE, el 95,82% de las compraventas totales de la ciudad. El motivo podría ser su precio, mucho más asequible que el de las viviendas de nueva construcción en los peores años de crisis económica, aunque hay opiniones en otro sentido, como las de Álvarez y Tomás Vieco (director de la Inmobiliaria Vieco), que interpretan que el factor determinante está siendo la falta de “oferta competitiva” de vivienda nueva en la ciudad. “El momento de compra ahora mismo es muy bueno, lo que pasa es que la gente está adquiriendo vivienda usada porque nueva hay muy poca pero la que hay se está vendiendo bien”, afirma Vieco.

PARQUE DE VIVIENDAS

A pesar del leve repunte del mercado, según el último censo del INE –de 2011– y según los datos más recientes del Ayuntamiento de la capital, en Cuenca hay aún 4.866 viviendas vacías -que, o están disponibles para vender o alquilar, o simplemente están abandonadas- un factor que, según anunció el concejal de urbanismo Julián Huete, se tendrá en cuenta en el futuro POM para avanzar hacia un modelo de ciudad que “no obedezca a la presión inmobiliaria”. Según sus datos el aumento de viviendas experimentado desde finales de los 80 en la ciudad ha resultado ser muy superior al crecimiento poblacional y ahora habrá que buscar una solución para darles salida como, por ejemplo, hablar con los propietarios para que ofrezcan “alquileres baratos” o apostar por la rehabilitación.

COOPERATIVA DE VIVIENDAS

Según Vieco, en Cuenca no ha quedado ninguna constructora grande tras el boom inmobiliario y el modelo de aquellos años ha terminado. “Ahora los bancos cuando dan dinero para hacer promociones lo que quieren es que haya posibilidades reales de financiación y la cooperativa de viviendas da más garantías”, explica.

Este modelo ya se utilizaba en los 70 y consiste en una cooperativa de socios que invierten en una serie de viviendas y que están asesorados por una gestora, la cual dirige el proyecto, aunque las decisiones, como la de elegir que constructora llevará a cabo las viviendas, las toman los socios. “Las entidades financieras están apostando por este modelo de financiación diversificado entre todos los cooperativistas y no centrado en un solo promotor. Además, los proyectos no se inician hasta que no haya más del 50% de socios, es un modelo más realista y sensato para el mercado actual”, concluye Álvarez.