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Ciclismo

La suerte no acompaña a Jesús Herrada en la etapa marcada por la victoria de Simon Yates

El de Mota del Cuervo estuvo activo durante el inicio de la etapa pero no pudo coger el corte definitivo de la escapada, donde estuvo el protagonismo de la jornada
La suerte no acompaña a Jesús Herrada en la etapa marcada por la victoria de Simon Yates
Foto de archivo: Jesús Herrada
18/07/2019 - Alejandro Mena

Duodécima jornada en el Tour de Francia 2019 y, con ello, el inicio de la segunda parte de la ronda francesa, donde los corredores que quieran hacer algo importante en la clasificación general deben copar el protagonismo de la carrera. Para ello, la jornada de hoy ha servido para llegar a los Pirineos, una cita clásica de la ronda gala. Una etapa que iba a constar de 209,5 kilómetros de recorrido, con salida en la ciudad de Toulouse y llegada a la localidad de Bargnéres-de-Bigorre.

Poco antes de las doce de la mañana se daba el pistoletazo de salida y a los pocos metros de arrancar la prueba comenzaban los primeros ataques para formar la fuga del día, en lo que apuntaba que iba a ser numerosa. Entre los primeros ciclistas que probaban coger distancia con respecto al pelotón iba a estar Jesús Herrada, que lo probaría en varias ocasiones. Sin embargo, tras más de 30 kilómetros y varios intentos, un grupo de 40 corredores, que supone casi el 25% de los corredores totales que siguen en carrera, iban a coger la distancia suficiente para formar la escapada de la jornada, en la que no iba a poder entrar Herrada. Entre los nombres más ilustres de la fuga se iban a encontrar los líderes de la clasificación por puntos y de la montaña, el eslovaco Peter Sagan y el belga Tim Wellens, el británico Simon Yates, ganador de la Vuelta a España 2018, o el corredor vasco del Astana, Pello Bilbao, vencedor de dos etapas en la pasada edición del Giro de Italia, entre otros. Como representación del conjunto Cofidis, entrarían en la fuga los franceses Pierre-Luc Périchon y Julien Simon.

A partir de aquí, se iba a ver dos carreras totalmente distintas, una en el grupo cabecero y por detrás lo que ocurriría en el pelotón. Una vez pasada la primera cota puntuable del día, concretamente la de Montoulieu-Saint-Bernard, la escapada cogería una ventaja de más de tres minutos que iría aumentando progresivamente hasta llegar al inicio del primer gran puerto del día, el Col de Peyresourde, uno de los más míticos de todo el Tour de Francia. Nada más arrancar la subida, corredores como Sagan iban a desconectar de la fuga y en la subida se iba a ir seleccionando la fuga, al mismo tiempo que los ataques entre los miembros de la fuga eran constantes. En el pelotón, lejos de intentar aumentar el ritmo, la subida se tomaría con mucha calma, dejando la victoria de etapa para la escapada y sin ningún movimiento de los corredores importantes. Corredores como Simon Clarke o Matteo Trentin atacaban en la fuga para marcharse y ser ellos la nueva cabeza de carrera antes de llegar al otro gran puerto del día, el Hourquette d’Ancizan, con 10 kilómetros de subida al 7,5% de porcentaje medio.

La subida al último puerto de la jornada seleccionaría progresivamente la fuga, debido a los ataques de varios integrantes, hasta que se marchaban Simon Yates, del conjunto Mitchelton-Scott, y el austriaco Gregor Mühlberger, del conjunto Bora-Hansgrohe. A pesar de que un grupo de seis corredores intentaba engancharse a la cabeza de carrera, sólo el gernikarra Pello Bilbao se uniría al dúo de cabeza, instantes después de iniciar el descenso del puerto y abriendo la suficiente diferencia para que la victoria de etapa se la jugasen estos tres corredores. En el pelotón, para sorpresa de todos, no habría ningún sólo movimiento de ningún ciclista, aguantando en su mayoría el ritmo impuesto por el conjunto Ineos, en la figura del galés Luke Rowe, que ni mucho menos es su terreno para brillar. El resumen entre los favoritos era fácil de hacer: no pasaba nada.

Una vez terminada la bajada, el trío cabecero seguía trabajando para llegar con la suficiente ventaja para disputarse la etapa en la meta de Bagnéres-de-Bigorre. Tras mostrarse los tres corredores titubeantes y vigilantes unos con otros, Simon Yates lanzaba el sprint y, a pesar de que Bilbao y Mühlberger intentaban pasar al corredor británico, la victoria se decantaba para el ciclista del conjunto Mitchelton-Scott, un equipo que suma su segundo triunfo en esta edición. Con esta victoria, Yates entra en el club selecto de ganadores de etapa en las tres grandes, tras haber ganado etapas tanto en Giro de Italia como en la Vuelta a España, donde se llevó la clasificación general el año pasado. Por detrás, irían llegando el resto de componentes que habían formado la fuga del día y, a 9:35 del ganador, llegaría el pelotón principal, donde se encontraba Jesús Herrada, finalizando en la posición 80 de la etapa. Una jornada en la que el protagonismo absoluto ha sido para la escapada y en el que la sensación de decepción con gran parte de los equipos que pelean por ganar el Tour ha sido evidente, desaprovechando una gran oportunidad para abrir o recuperar diferencias.

En cuanto a la clasificación general, el líder sigue siendo el francés Julian Alaphilippe, mientras que Jesús Herrada desciende dos posiciones, hasta la 37ª plaza, a 22:41 del líder. Para mañana, la jornada se presenta como uno de los días claves al ser una contrarreloj individual con salida y llegada a la localidad de Pau, en un total de 27,2 kilómetros, con un recorrido prácticamente plano y en el que se abrirán diferencias entre los candidatos al maillot amarillo, con el galés Geraint Thomas, del conjunto Ineos, siendo uno de los grandes favoritos tanto para ganar la etapa como para distanciar al resto de sus contrincantes.