En el interior del Parque Europa se encuentra el único espacio disponible en la capital conquense para los amantes de las rampas, saltos y acrobacias con monopatín, patinetes o las bicicletas BMX. Un espacio con unas cuantas rampas y una isleta central con barra sobre las que cada tarde hacen trucos varias decenas de jóvenes desafiando a la gravedad: giros de 180º, saltos verticales sobre su tabla y acrobacias que dejan con la boca abierta a más de uno.
Se trata del lugar de entrenamiento del Club Deportivo Stalefish, un equipo que cuenta en la actualidad con más de medio centenar de socios que ha hecho de esta pista de skate su casa hasta tal punto que son ellos mismos los que se encargan de ampliar y reparar las estructuras sobre las que realizan su deporte.
“Esto se inauguró sobre el año 2000, con una rampa y una barra central y la isleta, desde entonces, nosotros nos hemos encargado de ir reparando las rampas y ampliar el espacio con nuevos planos inclinados para poder acoger a más gente”, señala Fernando Cubells, miembro del club. “Todos ponemos algo de dinero, compramos las planchas, uno sabe soldar, otro sabe hacer el diseño, y así cada uno pone su grano de arena para que podamos seguir disfrutando de nuestro deporte”, añade.
La principal problemática a la que hacen frente este grupo de conquenses es la limitación de recursos disponibles ante la creciente demanda de esta disciplina que será olímpica a partir de Tokyo 2020. Adrián Langreo, otro de los componentes del Stalefish, denuncia que en las últimas legislaturas han presentado de forma anual dosieres al Ayuntamiento de Cuenca “para que sean conocedores de nuestra situación, intentado que nos echen una mano, alguna ayuda económica para el mantenimiento de la instalación”, ya que debido al estado precario que presenta en la actualidad les imposibilita para poder acoger pruebas de skate regionales o nacionales, como ya hicieron en 2014, por ejemplo.
“Llevamos cuatro años en los que no celebramos un campeonato, ni demostraciones u otro tipo de pruebas y es una verdadera lástima, hablamos de un deporte olímpico que está en expansión, ya que al competir nosotros en otras ciudades vemos como se renuevan o se construyen nuevas instalaciones en ciudades mucho más pequeñas que Cuenca.
CAMBIO DE CONCEPTO
Desde el club señalan que lo ideal para poder desarrollar su deporte sería la instalación de un parque nuevo, un ‘bowl’. Se trata de una estructura de cemento similar a una bañera gigante que ofrece a los practicantes de este deporte mayor variedad de entrenamiento que las simples rampas instaladas actualmente en Cuenca.
"Llevamos cuatro años sin poder celebrar una prueba, hablamos de un deporte que ya es olímpico”“El concepto de este parque es ‘street’, algo que se utilizaba en los años 90, ahora los parques son más competitivos, ofrecen más alternativas, no necesitan mantenimiento, pues son de cemento y hormigón, y acogen a más skaters, ten en cuenta que en nuestra pista lo ideal sería que estuviesen como máximo tres monopatines a la vez, pero somos tantos que tenemos que practicar por turnos, por no hablar de otros servicios necesarios como papeleras o una fuente cercana”, lamenta Adrián que señala que pese al coste que supone esta instalación (de 150 a 200.000 euros), están subvencionadas para que sean más accesibles.
Mientras tanto, los skaters conquenses siguen ‘sobreviviendo’ en su pista donde se entrenan para practicar por todo el panorama nacional. Cubells defiende que a pesar de la instalación, cuentan con un gran potencial de deportistas de esta disciplina como Javier Cabrejas, Toni Serrano o Rubén Valeriano los cuales han competido este año en ciudades como Málaga, Toledo, Madrid o Valencia, a la espera de que, con las suficientes mejoras, puedan volver a demostrar su buen hacer con el monopatín en una prueba en Cuenca.
