Aunque los pronósticos no eran favorables, la derrota del San José Obrero dejó un mal sabor de boca debido a la pobre imagen en el choque ante e Yuncos del conjunto rojillo.
La superioridad de los toledanos, con un equipo planificado para el ascenso de categoría, fue una constante durante los noventa minutos, dando un claro reflejo de la distancia de puntuación que existe entre ambos en la tabla clasificatoria. A esta diferencia hubo que añadir el hecho de que el plantel de Fran García no tiró prácticamente a portería en todo el partido, destacando la actuación en el bando rival de Javier Francisco y Ezequiel, que provocaron auténticos quebraderos de cabeza a la zaga del Obrero.
Tras una primera parte de contención, con un Seifeldin bajo palos espectacular, la segunda parte destacó por la llegada de los goles. El primero de ellos llegó a los cinco minutos de la reanudación, obra de Cardeñosa. Con el tanto, los locales no se relajaron y siguieron apostando por el juego en ataque ante la falta de respuesta del San José. Sin embargo, el meta egipcio de los rojillos fue determinante en evitar un mayor número de alegrías para el Yuncos.
No fue hasta el filo del final del encuentro, cuando Zakaria haría el definitivo 2-0 con el que concluiría el partido, dejando los tres puntos en el escenario toledano.
Tras la derrota, el equipo piensa ya en el choque ante el Hogar Alcarreño, rival no menos complicado que está empatado a puntos con el último rival de los rojillos. Será un partido clave para los conquenses para continuar esa racha de puntuación en casa, antes también de contar con una semana de parón, dado que el encuentro que les medía en la posterior jornada ante el Cobeja se resuelve automáticamente por victoria 3-0 para los rojillos por la retirada del conjunto toledano.
