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Inconmensurable gesta del Cuenca ante el Granollers para llegar a la final (26-22)

Con un juego que rozó la perfección en ataque y en defensa, el Liberbank apabulló a su rival yéndose al descanso siete arriba, para manejar el choque hasta su conclusión
Inconmensurable gesta del Cuenca ante el Granollers para llegar a la final (26-22)
Sergio López lanza a portería. Foto: Twitter RFEBM
06/04/2019 - M.Gómez

El Liberbank Cuenca encaró las semifinales tras el hito de tumbar a Bidasoa Irún en cuartos de final con un espectacular partido. Un choque de alta intensidad con menos de 24 horas de descanso ante un Granollers que arrolló al Ademar León (23-31). Un partido que ya es historia viva la entidad conquense tras alcanzar la final del torneo y asegurar con ello muchos números para retornar a la competición europea la próxima temporada.

Lejos de darse por contento tras superar al equipo revelación de Asobal, el Bidasoa Irún, el conjunto conquense mostró una versión que rozó la perfección en su juego.

Los pupilos de Lidio ejecutaron una obra maestra defensiva combinada con un acierto de cara a gol por encima del 80% en la primera parte. Una mezcla de habilidad prácticamente sin errores que desequilibró la contienda de forma clara para el Liberbank al descanso, con siete goles de diferencia (17-10).

Como una partitura de una figura ilustre se tratase, el primer tiempo de los conquenses se ejecutó llevando al éxito dos puntos de vista del juego que difícilmente encajan de tan brillante manera, el técnico y el espectáculo. Baronetto y Sergio López brillaron desde las esquinas gracias al juego fluido y las asistencias de Natan Suárez.

No menos importante fue Leo Maciel, mucho más acertado que en la eliminatoria anterior, que proporcionó contrataques finalizados a velocidad de vértigo por sus compañeros. De esta manera, jugada a jugada, el Granollers se quedaba sin ideas prácticamente en el ataque posicional ante una amurallada labor de Mendoza, Thiago y compañía.

Ni siquiera las exclusiones sufridas hicieron tambalear una distancia que invitaba a soñar con la presencia del equipo conquense en la final en su participación novel en el torneo del KO, y que provocaba el júbilo anticipado ante gran parte del graderío del Pitiu Rochel con acento conquense

Tras el descanso, el Liberbank no bajó la intensidad en el encuentro. El equipo de Lidio se dedicó a mantener la ventaja llegando a tener distancia máxima a su favor de ocho tantos. Granollers arriesgó para volver a meterse en el partido. Antonio Rama introdujo el sistema de ataque con siete jugadores, buscando tener la misma suerte contra el equipo conquense que el Porto, pero no hubo deja vú.

Sin embargo, la escasez de cara a portería, las pérdidas y faltas en ataque en los últimos minutos, provocaro que los catalanes se pusieran tres tantos por debajo a falta de menos de cinco minutos.

En la posesión clave de Granollers para ponerse a sólo dos, Leo Maciel volvió a aparecer para salvar, con el rostro, el partido. En la jugada siguiente, Montoro desde el pivote ajustó, una vez más, la ventaja a cuatro goles, llevando así una leve calma al sistema cardíaco de más de un aficionado.

Acto seguido, el técnico de Granollers utilizó su último tiempo muerto, pero su equipo perdió el balón para suerte de los conquenses. El Liberbank no desaprovechó el regalo y faltando dos minutos para la conclusión, Montoro anotó el vigésimo sexto gol que sentenciaba prácticamente la eliminatoria.

No hubo tiempo para más. El Liberbank Cuenca venció 26-22 a Granollers y se planta en su primera participación en la Copa del Rey en la final del torneo. El pase tiene un alto valor, ya que asegura con muchas probabilidades el hecho de que el club juegue competición europea en la próxima temporada.

Tras el pitido final, los jugadores se zambulleron con sus aficionados al cántico de ‘Campeones, campeones’ mientras un emocionado Lidio no podía dejar escapar unas lágrimas de sufrimiento y esfuerzo con grandes dosis de alegría.