El Ciudad de Cuenca cerró su primera vuelta de campeonato liguero sumando una nueva derrota por la mínima ante el Ranero CF. Un choque "muy disputado y que se decidió por un detalle", afirma el técnico del conjunto 'morao', David Angulo que señala que "no se le puede reprochar nada al equipo dado que el gol ha llegado en una jugada aislada y hemos hecho méritos para sacar otro resultado de aquí".
En el primer tiempo, la igualdad hacía resaltar la necesidad de puntos para ambas escuadras, unos para salir del descenso y otros por alejarse de él. Avisaron primero los conquenses por medio de Adrián y Karim, no logrando superar el delantero 'morao' al meta rival. Acto seguido, un balón que se le escapa al guardameta es recogido por el ataque conquense que dispara a puerta en forma de vaselina. Cuando parecía que el balón iba a sobrepasar la línea de meta, la defensa local repelió el esférico bajo palos, desbaratando la ocasión del Ciudad de Cuenca. Ante el susto, contestó el Ranero que también pudo marcar, mandando a las nubes un gran pase de la muerte rematado en el área rival primero, y probando los reflejos de Álvaro Castellanos en la portería, después.
Tras el paso por vestuarios llegan dos acciones claves en el desenlace del choque. Tras un buen juego, ordenado atrás y creando fútbol al contragolpe, e incluso rematando varios saques de esquina, Marci logra dejarle un balón como perita en dulce a Pablo que, en el mano a mano contra el portero, lanza un tiro interior cruzado que se va por poco.
Sólo cinco minutos después, un libre directo pegado a la banda pilla despistados a los defensas visitantes y deja al local 'Tato' frente a frente contra el portero conquense. El atacante lanza un fuerte disparo que consigue tocar Álvaro Castellanos, que no puede evitar que el esférico termine entrando en su portería. Un gol que valió para que los tres puntos se quedaran en terreno murciano.
Angulo se lamentaba por "la falta de suerte", ya que tras encajar el tanto, Nacho tuvo la más clara de su equipo al disparar una falta en la que toca el meta rival, repele el balón el marco de la portería y el rechace queda en el área pequeña sin encontrar rematador. Así, el técnico del Ciudad de Cuenca aseguraba "no tener tiempo para lamentaciones, pues el domingo hay otro partido".
