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Arte y reflexión en torno al movimiento

Cuatro instalaciones, compuestas principalmente de fotografías y vídeos, componen una exposición con guiños al deporte olímpico abierta a que “cada uno tenga su aproximación”
Arte y reflexión en torno al movimiento
14/10/2017 - Gorka Díez

La sala de exposiciones de Lamosa (Laboratorio Modulable Artístico), ubicada en la Escuela de Arte Cruz Novillo, acogesu primera exposición, ‘Keep in touch’, de la artista vizcaína Irati Inoriza (Bilbao, 1992).

Son cuatro instalaciones, fechadas entre 2015 y 2017 y seleccionadas por Lamosa, las que conforman la primera muestra individual de esta joven artista graduada por la Universidad del País Vasco (2015) que completó sus estudios en Brno (República Checa) en el estudio de performance que dirige Tomas Ruller.

Las cuatro obras giran en torno al movimiento, sobre el que la autora reflexiona. “Con nuestro movimiento, nuestro posicionamiento, nuestra actitud, nuestro gesto, se construye nuestra identidad y el acontecimiento, que es lo que nos define como civilización”, señala.

Reconoce que son obras plagadas de “cosas filosóficas que en realidad no controlo, porque soy de Bellas Artes, pero que me interesan mucho. Le doy muchas vueltas a las cosas”, cuenta esta artista muy dada a investigar “encerrada en mi estudio”.

Lo cierto es que hablar de sus instalaciones no es sencillo. Una de ellas cuenta con fragmentos de una prueba de trampolín en los juegos olímpicos. Pero son fragmentos retransmitidos, supuestamente, por la televisión de Irán, en los que parte del cuerpo ha sido censurado.

En otra proyecta unas performance en las que invitó a artistas conocidos a introducirse en un cubo blanco para registrar su comportamiento dentro de él. “Tenían la opción de romper con el exterior y hacer lo que quisieran, empezar de nuevo, seguir con lo que estaban haciendo… Yo me limité a registrar lo que hacían e intentar entender, desde su movimiento, cómo se construía todo, porque las acciones diarias son las que nos dan identidad”.

Otra, todavía más complicada, proyecta registros de movimientos a través de satélites. “Hoy en día el movimiento corporal se lee desde el GPS, desde el móvil que llevas en el bolsillo: todos vamos dejando marcas con el teléfono y con ello se pueden estudiar los sitios en los que uno está y cómo se va moviendo”.

Y a ello se añade un globo realizado con mantas térmicas dentro del cual se proyecto un vídeo del ejercicio en barras asimétricas de la gimnasta Simbom Bay, que cosechó varios récords históricos en los juegos de Río”.

Pese a las horas de reflexión que encierra cada obra, Irati reconoce que cada espectador puede sacar sus propias conclusiones. “Es lo interesante, que cada uno tenga su aproximación”.

Y, aunque con anterioridad ha participado en programas culturales como el Arteshop de Bilbao o el Farma Cultural Park de Sicilia, se muestra especialmente satisfecha de exponer por primera vez de forma individual. “Nunca había podido ver todas mis piezas así, juntas, por lo que va a ser interesante ver cómo funcionan unas con otras. Y también es la primera vez que vengo a Cuenca, un sitio precioso, donde estoy conociendo a jóvenes con propuestas muy potentes. Para mí que me hayan llamado y poder poner mi obra en común es una gran oportunidad”.

Hacerse un hueco en el arte lo considera complicado, porque “hay que hacerse ver dentro de una gran abundancia”, pero ella asegura ir “poco a poco” y en esta primera etapa tras la realización de sus estudios su objetivo es “construir, seguir investigando y hacer piezas interesantes en las que me sienta reflejada”.