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Suciedad

Los vecinos tachan de “porquería” el descontrol municipal de la propaganda

Desde Favecu advierten de que los carteles promocionales “no se pueden colocar en cualquier sitio” y se deberían habilitar más espacios para este fin
Los vecinos tachan de “porquería” el descontrol municipal de la propaganda
02/08/2018 - Gorka Díez

De “auténtica porquería y guarrería”. Así tachan vecinos de la Federación de Asociaciones de Vecinos y Usuarios de Cuenca (Favecu) la proliferación de carteles publicitarios por locales abandonados, columnas y paredes varias de la capital, en especial en la zona centro, algo que tienen claro que no es legal y contribuye a empeorar la imagen de una ciudad ya deteriorada de por sí por la falta de mantenimiento y la escasez de limpieza.

Las Noticias se hacía eco en su edición de la pasada semana de una práctica entre cuyos anunciantes, responsables de que sus carteles se exhiban en lugares no habilitados para ello, se encuentran tanto el Ayuntamiento de la capital, que de esta manera incumple su propia ordenanza de protección de espacios públicos, y la Diputación Provincial.

Nada de esto ha llevado sin embargo de momento a las autoridades a retirar los carteles de calles como José Cobo, Colón o Carretería, ni a abrir expediente por una infracción que, si se considera leve, conlleva multas de entre 120 y 750 euros, cantidad que podría aumentar no obstante hasta los 1.500 euros en el caso de que se considerara que la publicidad se encuentra situada en lugares “destinados a prestar servicios específicos a la ciudadanía”, como dice la ordenanza.

Antonio Gómez, de la Junta Directiva de Favecu, considera que el Ayuntamiento y la Diputación entregan a tres o cuatro jóvenes carteles para que los distribuyan y estos los ponen “donde mejor les viene”, cuando tiene claro que no se pueden colocar “en cualquier sitio”.

Considera, eso sí, que deberían habilitarse más espacios en la ciudad para llevar a cabo este tipo de difusión.

Se queja, asimismo, de que el Ayuntamiento, que “debería practicar el ejemplo”, no tome cartas en el asunto cuando “luego él es capaz de denunciar a cualquier otro que incumple la ordenanza”.

ANUNCIOS DE PARTICULARES

Elena Castillejo, presidenta de Las Quinientas, denuncia por su parte que en este barrio abundan los pequeños anuncios de personas que se ofrecen para trabajar en el ámbito doméstico o dar clases particulares o de pequeñas empresas de desatascos, los cuales pueblan farolas y otro mobiliario. Incluso, advierte de que en ocasiones aparecen pegatinas pegadas en los buzones, lo cual considera que es “una guarrería que debería regularse”.

En el caso de los carteles aparecidos en el centro, aunque no los ha visto reconoce que es “paradójico” que sea el propio Ayuntamiento el que ejerza de anunciante cuando ya dispone de lugares habilitados para ello como un pequeño espacio ubicado en la Plaza de la Hispanidad donde se anuncian los conciertos de San Julián o el espectáculo ‘The Hole’.

Algunas sanciones

Lo cierto es que las sanciones que el Ayuntamiento aprueba para quienes incumplen las ordenanzas son muy frecuentes. Especialmente polémica, hay que recordar, fue la sanción que, en junio de 2015, el Ayuntamiento puso inicialmente a una activista por una serie de carteles y pegatinas de una protesta que se habían colocado en señales de tráfico impidiendo la correcta visión de las señales, lo que se entendía como un riesgo para la circulación. Se le pedían 3.000 euros, aunque tras una oleada de protestas la Junta Local de Gobierno dio marcha atrás y se la retiró, estimando el recurso de reposición presentado por la activista.

Las sanciones que difícilmente suelen tener vuelta atrás, y más habituales, suelen estar relacionadas con el no cumplimiento de la hora de cierre por parte de determinados negocios hosteleros o el inicio de obras sin licencia municipal.

Por poner algún otro ejemplo concreto, el pasado mes de junio el Consistorio sancionó al propietario de un perro por no recoger inmediatamente sus excrementos depositados en la vía pública. Un infracción considerada leve cuya máxima sanción asciende a 750 euros.

Asimismo, en el mismo mes se impuso una sanción a una persona por infracción leve consistente en miccionar en la vía pública, cantidad que se elevó a 100 euros, aunque por este tipo de infracciones se pueden pedir 300 euros.