Los vecinos del barrio de La Paz aseguran sentirse “impotentes” ante la situación de deterioro en que se encuentra esta zona de la ciudad y la falta de respuesta por parte del Ayuntamiento, pues recuerdan que el pasado mes de julio le solicitaron una reunión al alcalde, Ángel Mariscal, sin que todavía les hayan llamado para recibirles. “Aquí ni nos llaman ni hacen nada, y el barrio está lamentable”, clama el presidente vecinal, Faustino Muñoz.
Aceras intransitables, con las baldosas “de hace cincuenta años, del franquismo”, en muchos casos rotas, escaleras sin escalones, ausencia de papeleras y de zonas de juego infantil, escombros y excrementos de perros. Son solo algunas de las deficiencias de un barrio que también reclama un centro social para que los vecinos se puedan reunir.
Lo que más duele a los vecinos son las caídas que muchos de ellos han sufrido como consecuencia del mal estado de muchas baldosas. “La gente se nos cae y tenemos una mujer con la cadera rota, un hombre con las costillas rotas y otra mujer con la muñeca destrozada”
La falta de recursos económicos es el argumento que el equipo municipal esgrime como causa de la imposibilidad de reformar un barrio que sí que reconocen que necesita una reforma integral. Pero Muñoz recuerda que el Consistorio dispone de una partida de 12 millones de fondos principalmente europeos del plan de Desarrollo Urbano Sostenible Dusi que se tienen que invertir en la ciudad de aquí a 2022. Y se pregunta por qué si no hay dinero sí se reforman otras partes de la ciudad, como la reciente mejora del pavimento realizada en la cercana Hermanos Becerril o la reforma de la calle Sándalo.
“Por qué aquí no”
“No digo que no reformen otras calles, pero entonces que no digan que no hay dinero. Porque la única parte de Cuenca que parece que no se arregla es esta”, señala el presidente de la asociación, que aunque reconoce que lo “ideal” sería un plan integral para rehabilitar todo el barrio “también hay zonas concretas que se pueden arreglar para mejorar nuestra calidad de vida, como las entradas de los bloques IV y VI, donde se han caído ya varias personas. Lo que pasa es que hay mucha dejadez”.
Y ello cuando los vecinos del barrio pagan los impuestos como cualquier otro vecino. “El IBI nos ha subido de 53 a 97 euros anuales desde 2007. Y se supone que con la puesta en marcha de la zona azul en 2013 se recauda un dinero que tendría que repercutir en las zonas donde hay zona azul. Repercutirá. pero en el barrio de La Paz de Sevilla”.
“Nos dicen que es un problema que viene de muchos años. Y es así. Pero esperaremos tres más y nos seguirán diciendo lo mismo. Y el problema es cada vez mayor”, señala.
Muchas de las viviendas de este barrio de más de 50 años de antigüedad y en torno a 5.000 vecinos mantienen las pancartas de petición de mejoras que se colgaron hace ya un par de meses y no las piensan quitar. “Como si llegan las elecciones”.
A Muñoz, confiesa, le dan ganas de “ir a buscar a los turistas que llegan a la estación de autobuses, que la tenemos a 50 metros, para que visiten no solo la Cuenca turística como borregos, sino también nuestro barrio. Y se den cuenta de cómo está la ciudad, de que no todo es el Casco Antiguo y Carretería”.
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