Aunque un reciente estudio de Ramstad prevé un incremento del 5,2 por ciento en las plantillas del sector servicios con motivo de la campaña de Navidad, en el caso de la capital basta darse una vuelta por comercios y establecimientos hosteleros para constatar que se trata de una previsión que incluso puede pecar de optimista, ya que, a poco más de un mes para el inicio de las fiestas, no hay ni se prevén refuerzos en los negocios consultados por Las Noticias.
“Tenemos ya una plantilla amplia para atender la demanda”, apuntan en la perfumería Pepe, una de las más antiguas de la capital que este año tiene además que hacer frente a la competencia de un nuevo negocio abierto en Carretería, Druni.
Y lo mismo señalan en la tienda deportiva Joma, un año y medio abierta en Carretería y frente a la cual se ha trasladado recientemente desde Sánchez Vera otra tienda de deportes, ‘Décimas’. “Somos dos trabajadores y nos apañamos”, cuentan.
En la librería Evangelio, Fernando recuerda como antes de la crisis sí era habitual que el comercio tradicional contratara personal de apoyo en estas fechas, pero considera que ya no es necesario por la caída de la demanda y la competencia de las grandes superficies. “Nosotros ya solo reforzamos en los días de venta de libros de texto”, señala.
Ni siquiera en negocios que vivirán sus primeras Navidades, como la boutique Plumetti, abierta el pasado abril, tienen grandes expectativas de negocio como para pensar en reforzase. Algo que en parte achacan a que “mucha gente compra en Madrid incluso aunque aquí tengan el mismo producto”.
Y en la tienda de zapatos Via Apia, en Sánchez Vera, subrayan el impacto de Amazon en el pequeño comercio. “Hay gente que dice que así les llevan a casa el producto e incluso van a recogérselo si no les queda bien”, cuentan. Algo que genera empleo en el sector del reparto pero que al comercio tradicional “nos está perjudicando”.
hostelería
En el caso de los bares y restaurantes, tampoco hay grandes expectativas de que el consumo se vaya a disparar para hacer necesarias nuevas contrataciones.
El presidente de la Agrupación Provincial de Hostelería, José Luis Zorita, se muestra optimista pero con moderación. “Una cosa es la previsión y otra cosa lo que suceda al final. Y aunque en los últimos años se nota algo más de demanda, el incremento es mínimo, casi inapreciable. En esta ciudad no hay industria y eso repercute”, considera.
Así, limita las nuevas contrataciones que se harán próximamente a los restaurantes que ofrecen comidas y cenas de empresa, pero poco más. “Al contrario que en la costa, aquí la variación es mínima”. Serán, además, contrataciones por jornadas muy reducidas. “¿Qué otra podemos hacer?”, se pregunta.
En sintonía con el presidente de la agrupacion, una veterana de la hostelería como Mari, de Piti´s y el restaurante La Playa, lamenta que Cuenca “ya no es esa ciudad en la que la gente salía a tomar cañas o vinos mañana y tarde. Es algo que se ha perdido, que ahora se limita al fin de semana. Parece que nos estamos volviendo europeos”, apunta la que durante décadas regentara también La Taberna de Pepe, “el mejor local de Cuenca” que, desgraciadamente, “no se puede mantener” con la demanda actual.
