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CD Pozo de las Nieves

Pozo de las Nieves: ejemplo de la falta de mantenimiento a este céntrico barrio

Aceras ennegrecidas, pintadas y más pintadas, manchas de orina en decenas de esquinas, excrementos caninos… Todo en un mismo barrio situado a un par de pasos del centro
Galería de imágenes de la situación de abandono del barrio. Foto: G.D.
23/07/2018 - Gorka Díez

El Pozo de las Nieves es uno de los barrios capitalinos más próximo al centro pero también, según denuncian sus vecinos, más abandonado. “Estamos a 25 metros del centro pero mientras que el centro es zona prioritaria para el servicio de limpieza, nosotros no, por lo que los barrenderos vienen con menos frecuencia”, clama el presidente de la asociación de vecinos, Jesús González.

Sucede así que hay calles como Doctor Ferrán cuya acera “ni se sabe el color que tiene de lo sucia que está”, con baldosas totalmente ennegrecidas según ha podido comprobar Las Noticias, de modo que es posible que ni el vehículo que desde hace un mes recorre la ciudad echando agua y detergente pudiera hacer ya nada para devolverlas a su estado original.

La zona próxima al Centro Social, con dos zonas de tierra con varios bancos, se encuentra por su parte llena de excrementos caninos. Y ello a pesar de estar a un paso de un pequeño parque infantil, en cuya arena hay unas enormes y peligrosas piedras y uno de cuyos columpios se encuentra roto, mientras que la caseta para bajar por el tobogán está llena de pintadas.

Las pintadas, son, de hecho, muy abundantes en el barrio: están por todas partes, por todo tipo de muros y fachadas, habiendo tanto dibujos como lemas reivindicativos; lo mismo que las manchas de orina, frecuentes en decenas de esquinas, dando al Pozo de las Nieves el aspecto de un barrio marginal.

Donde más basura se acumula es no obstante en el entorno del antiguo sanitario de San Julián, vallado pero accesible y en cuyo exterior se acumulan latas de cerveza vacías, colillas y todo tipo de desperdicios. “Parece un vertedero”, exclama el presidente vecinal.

Se trata, hay que recordar, de un antiguo sanatorio donde está previsto que abra una residencia de ancianos, pero mientras el proyecto, que ya cuenta con el visto buena del pleno, no sea realidad, los vecinos consideran que debería adecentarse el exterior.

dos años de agujero

Y también hay otra serie de desperfectos que demuestran la falta de mantenimiento que padece la práctica totalidad de la ciudad, como un registro de agua destapado en la calle Luis Brull que se ha acordonado para evitar incidencias pero que lleva así dos años, según denuncian los vecinos. El agujero es enorme.

Y tampoco se encuentra en buenas condiciones el Centro Social, que pese a la gran demanda que aseguran que tiene, sobre todo con programas para niños que se llevan a cabo durante el curso escolar como Aprender y Jugar, los servicios no siempre funcionan, lo mismo que el ascensor. Hay sobre todo muchas grietas y problemas de humedades pese a ser una infraestructura de más o menos reciente construcción.

Todo en un barrio cuya calzada fue recientemente reasfaltada a través del tercer plan de asfaltado de la legislatura pero que ya está llena de manchas y con las rayas horizontales desgastadas.

Despoblación

Con unos 45 años de antigüedad, las numerosas viviendas de elevada altura construidas en el Pozo de las Nieves tienen capacidad para unos 4.000 vecinos pero la cifra de residentes está descendiendo en los últimos años, en sintonía con la pérdida generalizada de población que padece la provincia.

Al haber bastante población mayor, son inevitables los fallecimientos. Y los jóvenes prefieren vivir en barrios más nuevos y modernos como Villa Román, donde tienen garantizado un ascensor y hay mucha urbanización con piscina. Quienes sí demandan vivienda en esta zona son los estudiantes, que de esta manera están a un paso del centro y “a ellos les da igual que tengan ascensor o no”, opina González.

En cuanto a los negocios, no hay mucha actividad en la zona. Está la famosa Autoescuela San Cristóbal, siempre llena de alumnos, y hay también un gimnasio, un par de bares o una tienda de informática. Pero muy poco más. “Hay un par de tiendas de alimentación de toda la vida que se mantienen para llegar a la jubilación porque sacar no sacan ni para el cupón”.

Eso sí, al estar el barrio tan cerca del centro sus vecinos pueden comprar perfectamente en los negocios de calles como Camino Cañete o Hermanos Becerril. Y también disponen de un supermercado de la marca La Despensa en una de sus entradas.

Es por ello que, pese a su deterioro y suciedad, los vecinos se sienten, en líneas generales, satisfechos de vivir en un barrio que también tiene cerca calles peatonales con terrazas como San Francisco y Carretería y desde el que, a lo lejos, se divisa la torre de Mangana de un Casco Antiguo relativamente próximo a través de la Puerta de Valencia.