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José Luis Coll

Un lugar abierto a la naturaleza con carácter urbano: así será el Mirador de José Luis Coll

Esta martes se ha dado a conocer este proyecto en el transcurso de un emotivo acto en el que han participado artistas, amigos y familiares y que ha finalizado descubriendo una placa en la calle donde nació el humorista
Fotos: Saúl García
06/03/2018 - Nuria Lozano

Cuenca saldará la deuda que tiene con su humorista más universal, José Luis Coll, dedicándole un mirador que quedará integrado para siempre en el paisaje de su querida ciudad.

Este martes se ha dado a conocer este proyecto en el transcurso de un emotivo acto celebrado en el Ayuntamiento en el que se ha recordado la figura del gran señor del humor blanco e intelectual al que han asistido artistas, amigos y familiares.

Los arquitectos Miguel Ángel Góngora y Carlos Franco, del estudio Arquitécnicos MyC, han detallado que se trata de una actuación “donde menos es más”. “Será un lugar donde mirar las hoces y donde Cuenca mire a José Luis Coll”, señalaba Góngora.

El Mirador de José Luis Coll cerrará el Paseo de San Isidro, que a su vez recorrerá una bonita senda que estará segregada del tráfico. Tendrá un carácter claramente urbano, pero al mismo tiempo se ubicará en un lugar privilegiado abierto a la naturaleza.

El paseo con acera de hormigón y bordillos de acero corten será la antesala de una gran plaza con un pequeño graderío a modo de anfiteatro que abrazará el monumento que Luis Roibal modeló en memoria a Coll y que representa un libro con forma de un ave a punto de echar el vuelo. Una escultura cuyos materiales, acero y hormigón, han marcado las líneas de todo el proyecto, según han dicho estos profesionales.

La luz será otro de los puntos fuertes de tal forma que acompañará al transeúnte durante todo el recorrido, con luminarias en el pasamanos de la barandilla o a pie de los diferentes bancos corridos que se instalarán. Asimismo, el espacio se poblará con plantas aromáticas y autóctonas.

Según han confirmado a Las Noticias los arquitectos, las obras, que financiará el Consorcio Ciudad de Cuenca, comenzarán esta primavera y el Mirador será una realidad en otoño. El presupuesto base de licitación asciende a 187.000 euros.

Placa en Alfonso VIII

El propio Coll dijo en una entrevista, con la ironía que le caracterizaba, que “una vez que desaparezca todo me traerá sin cuidado”. Sin embargo, el acto de este martes no le habría pasado desapercibido.

Íntimos amigos como Luis Cañas, que ha destacado de él su rapidez y agudeza para salir airoso de todo tipo de situaciones, o periodistas como José Vicente Ávila y José Ángel García, han recordado su trayectoria y han destacado su gran ‘conquesismo’ que se resume una de sus célebres frases: “”soy de Cuenca, cosa que muy pocos pueden decir”.

Que llevó a esta ciudad por bandera lo han corroborado también sus hijos Mario y Marta, que han agradecido al Ayuntamiento que “por fin” se haya rendido este homenaje tan esperado a su padre. También la mujer de su vida, Tilde, ha señalado que “aunque llega tarde”, Coll estaría muy agradecido.

“Después de once años de su muerte, su familia vemos con satisfacción como esa Cuenca con la que no dejó de soñar ni un solo día le devuelve el reconocimiento de su memoria”, ha dicho muy emocionada su hija.

También muy emocionado ha intervenido el alcalde, Ángel Mariscal, quien ha destacado que el polifacético humorista ya cuenta con una calle, una placa “y pronto con el que será el mirador más bonito de la ciudad junto a la ermita de San Isidro”. “Hemos hecho lo que teníamos que hacer”, precisaba.

Un homenaje, conducido por el cronista de la ciudad, Miguel Romero, en el que ha habido muchas risas, como no podía ser de otra manera tratándose de José Luis Coll, y que ha finalizado en el número 75 de la calle Alfonso VIII, el lugar que lo vio nacer el 23 de mayo de 1931, descubriendo una placa que le recordará eternamente. Una eternidad, un más allá, que José Luis Coll imaginaba como "un gran espacio vacío donde al final se oiga una gran carcajada".