Aunque parece que por fin las temperaturas veraniegas han llegado para quedarse, la primavera atípica que hemos vivido con lluvia y frío está causando estragos en el textil conquense.
Según ha dado a conocer Acotex, la patronal del sector, durante el mes de marzo las ventas han caído a nivel nacional un 13 por ciento respecto al año anterior. La gente pasa por los escaparates, pero la ropa veraniega es lo que menos les apetece comprar con este clima.
Un mal tiempo que en el caso de Cuenca no ha hecho sino empeorar una situación de crisis que se arrastra desde hace meses debido a otras causas como la despoblación, la venta online, o la preferencia de los conquenses por comprar en grandes ciudades cercanas como Madrid o Valencia.
Desde la Asociación Provincial de Comercio su vicepresidente, José Luis Llandrés, reconoce que está siendo un año fuera de lo normal. “Primero llegó muy tarde el invierno y perjudicó mucho y ahora está ocurriendo lo mismo en primavera. Con este tiempo el comprador no se anima a adquirir algo de nueva temporada y prácticamente nos plantamos en época de rebajas, por lo que los resultados son peores que un año con una climatología corriente”, afirma.
La Asociación no tiene cuantificadas las pérdidas pero sí saben que es una situación que está afectando de forma generalizada. “En este caso no es algo exclusivo del comercio conquense pero necesitamos que se siga trabajando y promoviendo iniciativas para que la gente se acerque a nuestros establecimientos que tienen una gran calidad y son competitivos en precios”, ha subrayado Llandrés.
En este sentido, explica que la Asociación lleva muchos meses luchando para fortalecer el sector. “Estamos incluso formándonos para captar clientes a través de Internet, que es el nuevo nicho de mercado que no podemos despreciar”. Pese a todo, dice, “lo que necesitamos es más apoyo institucional, que se promocione nuestro comercio y se consiga fijar clientes, lo que a su vez repercutirá en nuevos puestos de trabajo y más población porque somos negocios muy ligados al territorio”.
El mes de mayo ha sido malo, pero en lo que va de junio han caído las ventas en picado
Esta coyuntura anómala ha afectado por igual al pequeño y mediano comercio y a las grandes cadenas.
Los principales perjuicios son la acumulación de stock al que no se le puede dar salida y la necesidad de hacer campañas agresivas para quitárselo de encima, reduciendo muchísimo los márgenes.
Es lo que han hecho marcas como Cortefiel que ha decidido adelantar las rebajas a este miércoles 13. La responsable de la tienda ubicada en El Mirador, Teresa García, señala que la facturación de la temporada primavera-verano ha caído casi el 40 por ciento. También han tenido que recurrir a promociones que se hacen en invierno, como el Black Friday, para incentivar el consumo. “Nuestros clientes no quieren bermudas, ni vestidos, hemos tenido que volver a pedir cazadoras de entretiempo, que es lo que nos pedían”.
Por el contrario, otras franquicias como Pull and Bear no se han servido de promociones sino de otros trucos como mover mucho la ropa, dice la encargada, Isabel Rey. “El mes de mayo ha sido flojo pero en lo que va de junio las ventas han caído en picado”, se lamenta. Espera que la anunciada llegada del calor ayude a revertir la situación, aunque ya hay poco margen porque las rebajas están encima.
Una clienta asiente y apunta que “qué te vas a comprar con este frío. Yo llevo mes y medio con un vestido en el armario sin poder estrenarlo”. Negocios más pequeños como Villa Cora también han notado que la gente se está esperando. La propietaria, Fátima Priego, indica que “en mayo del año pasado te pedían prendas de tirantes, este año nos piden cazadoras. Cuando quiera venir el buen tiempo ya estaremos casi en rebajas y a finales de julio las marcas ya te mandan la nueva temporada de otoño. Cuando salga el sol la gente se animará pero en dos semanas no vamos a dar salida a todo lo que no hemos vendido en tres meses”, añade.
Priego cree que la situación de crisis por la que atraviesa el comercio, no solo por el mal tiempo, podría superarse si los conquenses cambian de mentalidad y antes de irse fuera a comprar se dan una vuelta por las tiendas que tienen a mano “en las que hay una gran variedad de marcas y estilos”.
Un mensaje al que se une el vicepresidente de la Asociación Provincial. “Animo a los compradores a que en cuanto salga un rayo de sol se paseen por los comercios de Cuenca. Van a encontrar productos de mucha calidad, un servicio personal y buenos precios”.
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