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San Mateo

Cincuenta años de la cornada mortal de una vaquilla a Francisco Javier Suay

Es la única víctima por asta de toro (en este caso de vaquilla) en la historia de San Mateo del siglo XX
Dibujos de Emilio Morales y Víctor de la Vega
23/09/2017 - Chicuelito

En estas fiestas de San Mateo de 2017 se han cumplido 50 años de la muerte por cornada de Francisco Javier Suay Vara, de 21 años de edad, que un año antes había terminado la carrera de maestro. Es la única víctima por asta de toro (en este caso de vaquilla) en la historia de San Mateo del siglo XX. Ocurrió el 20 de septiembre de 1967 tras una cogida mortal en el momento en el que había dos vaquillas en la Plaza Mayor, y al esquivar él y sus acompañantes una de ellas, le vino de frente la otra que le infirió una cornada en el pecho. El parte médico publicado en la prensa señalaba que se trataba de “una cornada de asta que penetró en la región cordial partiéndole el corazón”.

Francisco Javier Suay murió casi instantáneamente, aunque fue trasladado con toda urgencia por una ambulancia al Sanatorio “San José” (de la llamada “Obra 18 de Julio”), que estaba situado en el Parque de San Julián. Los facultativos nada pudieron hacer por salvar su vida. Me contaba Tomás, uno de los amigos de Suay Vara, que se encontraba con él, que tras ser corneado y caer al suelo le levantó la camisa y vio un hilo de sangre y el mozo quedó “como inconsciente”.

“Se lo llevaron y bajé a zancadas hasta el Sanatorio. Al llegar allí, mi amigo Paco yacía sobre una manta. No lo puedo olvidar y aquello me afectó tanto que desde entonces dejé de subir a la vaquilla”, nos cuenta Tomás con no poca pena por el recuerdo de su amigo Paco.

Antonio de Conca, un buen conocedor de la fiesta de la Vaquilla, corredor de primera línea, y pregonero de San Mateo en 1990, era también muy amigo de Francisco Javier Suay: “Amigo y compañero de pupitre durante tres años en la Escuela de Magisterio. Ese año no estuve en la vaquilla porque me encontraba haciendo la “mili”; me llamó mi novia, Sagrario, que es mi mujer, y me contó la tragedia vivida. Me quedé de piedra. Aquello fue brutal. No sé qué hubiera pasado si llego a estar al lado de él. Siempre recordaré a Paco Suay”.

La Vaquilla de 1967 quedó suspendida tras la muerte de Paco Suay, por decisión del gobernador civil. Me contaba Luis Martínez, uno de los voluntarios que todos los años colabora subiendo y bajando las vacas, que “a partir de la cogida de Suay nos dijo el alcalde que cortásemos un poco los pitones (“afeitado”) de las vacas, y así lo hicimos algunos años, pero luego pasó el tiempo y todo volvió a la normalidad. A Paco Suay le cogió la vaca porque había dos animales en la plaza”.

También nos dice Luis Martínez que antes de las actuales cuadras donde se guarda a las vacas, junto a la calle del Clavel, había cuadras por Mangana, el rincón del horno de las campanas junto a la Catedral y en la plaza de Ronda cerca de las Casas Colgadas.

FALLECIMIENTOS EN LA VAQUILLA

1958.—Día 21. “Cuando la vaquilla subía por la calle Alfonso VIII, el anciano Francisco Martínez Rubio tuvo la desgracia de resbalarse y caer, con tan mala fortuna, que se fracturó la base del cráneo. Falleció en pocos minutos”. (Periódico “Ofensiva”).

1969. Día 21. El anciano Pedro Volusiano Martínez Dolz, que se encontraba en las escaleras de la catedral, fue enganchado por la vaquilla por las piernas y volteado. De resultas del golpe recibido en la nuca contra el pavimento de piedra falleció poco después.

 

 

 

 

 


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