El ascensor de la calle Mosén Diego de Valera (antes Zapaterías) comenzará a funcionar próximamente una vez que en el último pleno los grupos políticos aprobaran, por unanimidad, incluir en presupuestos futuros financiación para su puesta en marcha y mantenimiento durante cuatro años más dos prorrogables a razón de 871,20 euros anuales.
Se pondrá así fin a los siete años que, tras su instalación en 2011, ha permanecido cerrado un ascensor que costó 56.500 euros y fue concebido para mejorar la accesibilidad al Casco al menos en un pequeño tramo, entre la calle Alfonso VIII hasta la zona de la plaza de Mangana, el Seminario Conciliar y el Museo de las Ciencias
Lo que no obstante no está del todo claro es quién correrá con el gasto del ascensor, pues pese al compromiso plurianual adoptado por el pleno en el equipo de Gobierno aseguran que se trata de una infraestructura demandada en su día por el Museo de las Ciencias, dependiente del Gobierno regional, por lo que entienden que falta “ver quién lo paga”.
También adelantaron que existe un “posible principio de acuerdo” con la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) para que esta gestione el inmueble ubicado junto al ascensor como centro cultural, pero se trata de un anuncio realizado hace ya varios meses que sigue sin terminar de materializarse, ante lo cual el Grupo Municipal de Ciudadanos considera que el local podría utilizarse para acoger la oficina de turismo, actualmente en la anteplaza y por cuyo alquiler el Ayuntamiento paga 1.300 euros al mes.
Otros ascensores
Todavía quedaría pendiente de ponerse en marcha el elevador del Jardín de los Poetas, en este caso construido hace ahora justo un año y que supuso un coste de 20.200 euros. Sigue sin activarse pese a abrirse reabierto al público, tras su remodelación, el citado jardín.
Además, desde el Grupo Municipal de Ciudadanos advierten de los “problemas” con que funciona el ascensor del parking de Mangana, que desde 2003 comunica Alfonso VIII a la altura de San Felipe Neri con Mangana aunque, pese haber sido construido con fondos públicos, su acceso está restringido a los usuarios del aparcamiento por decisión de la empresa desde el verano de 2016. En concreto, según apuntó Tony Calvo, el ascensor “se bloquea porque los guijarros de la entrada se meten en el canal para que funcionen las puertas correderas”, motivo por el cual pidieron que se reforme el pavimento próximo al ascensor.
El Grupo Socialista advirtió además del estado deteriorado de varias escaleras de acceso al parking, ante lo que el equipo de Gobierno respondió que lo estudiaría y vería si su reforma corresponde al Ayuntamiento o a la empresa concesionaria.
Ascensores de la Junta
A estos tres ascensores se podrían añadir dos de mayor altura si prosperea el proyecto del colectivo de arquitectos Cuenca (In) respaldado por la Junta: uno que comunicaría la Puerta de Valencia con San Martín y otro que enlazaría la bajada de las Casas Colgadas con las proximidades de la plaza de Ronda; operación que la Junta se compromete a financiar en un 80 por ciento pero que hasta la fecha no ha sido bien recibida por el Ayuntamiento, sino más bien lo contrario, pues entre otras cosas cuestionan que vaya a ser “la panacea” para la mejora de la accesibilidad y advierten del coste de funcionamiento que tendrían.
“No podemos seguir todos como corderillos a una administración que tiene ideas”, apuntó, en su línea habitual, el concejal de Urbanismo, Julián Huete, durante el último pleno.
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