Alcaldes de ciudades con remontes coinciden: todos salen ganando
Son varias las ciudades españolas las que han apostado con éxito por los remontes mecánicos para mejorar su movilidad.
Toledo es un buen ejemplo de ello con dos escaleras mecánicas que facilitan el acceso al Casco histórico y además se han integrado perfectamente en el paisaje. Las actuaciones, que venían recogidas en el Plan Especial del Casco, han contado en todo momento con el respaldo de todas las instituciones y colectivos.
Según la alcaldesa de la capital regional, Milagros Tolón, la instalación de estos remontes “es un hito en la historia de Toledo. Su puesta en marcha ha permitido a las diferentes corporaciones tomar medidas decididas para avanzar en la peatonalización del Casco. Hay que tener en cuenta que ambos remontes están asociados a aparcamientos disuasorios para turismos y también para autobuses”. Las escaleras han permitido reducir el número de vehículos que acceden al Casco, ampliar el espacio para el residente y para el peatón y redirigir mejor y de una manera más ordenada los flujos turísticos. “Sin duda, los remontes mecánicos son una aportación importante de la generación actual al desarrollo de una ciudad milenaria como es Toledo donde cada pueblo que la ha habitado ha ido dejando su huella”. Un proyecto, apunta, que beneficia a todos: vecinos, turistas y también trabajadores.
“La experiencia en Toledo es positiva. Cada ciudad tiene sus particularidades y sus necesidades y en Toledo estos remontes están funcionando muy bien”. Además, dice, son obras que se han convertido en referencia internacional en el ámbito de la ingeniería y la arquitectura, reconociendo en ello la labor realizada por los equipos técnicos dirigidos por Elías Torres y Martínez Lapeña en el caso de Recaredo, y Rafael Moneo, que fue autor del proyecto de las escaleras de Safont, en ambos casos profesionales de reconocido prestigio. De hecho, las escaleras de Recaredo han sido Premio Nacional de Arquitectura y han formado parte de una exposición en el MOMA de Nueva York.
GIRONELLA
Con un importante problema de despoblación debido a las condiciones de accesibilidad, el Casco Histórico de Gironella (Barcelona) se eleva más de 20 metros sobre la muralla, declarada Bien Cultural de Interés Nacional. Desde agosto de 2015 funciona un ascensor de 7:00 de la mañana a 23:30 de la noche y las 24 horas en las fiestas patronales.
La obra, del arquitecto Carles Enrich, ha sido merecedora de numerosos galardones, como el de la categoría “Arquitectura y Paisaje” de la Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo 2016; o el premio finalista de la novena edición de la Convocatoria Europea de Espacio Público Urbano 2016.
Su alcalde, David Font, ha señalado que esta estructra ha supuesto una mejora de la conectividad entre el casco antiguo y la parte moderna del municipio. “El ascensor ha permitido salvar el gran desnivel que existía y que la gente haga más desplazamientos a pie en lugar del vehículo privado. Además de permitir que personas con problemas de movilidad se desplacen con autonomía, hemos “peatonalizado” el Casco antiguo”. De la misma manera, afirma que se ha conseguido atraer a más gente que antes no subía por problemas de accesibilidad a pesar de que allí está ubicado el Ayuntamiento y otros servicios municipales, como religiosos o fúnebres. Los principales beneficiarios, asegura, han sido los vecinos, la mayoría ancianos. “Aún así hemos notado visitas de turistas que, fascinados por la estructura del ascensor, vienen a tomar fotografías del mismo”.
Para Font remontes de este tipo, siempre que se hagan de forma respetuosa, demuestran con el tiempo que mejoran el día a día de la gente aunque supongan cambios de gran alcance. “La opinión es muy positiva, y la recomendamos a los municipios que, como Gironella, tengan situaciones complejas para la movilidad a pie de sus ciudadanos”.
